Pues al parecer no…algunos dicen que hay que recuperar el tiempo “perdido” para recuperar la calma, yo no lo veo así. Despúes de un cambio tan fuerte que movilizó a todo el mundo, la tempestad parece no parar. ¿Por qué digo esto? Estamos en un momento crucial de demostrar como seguiremos manteniéndonos a salvo en esta tempestad. Tal vez una de nuestras decisiones fue dar de baja en su momento a tanto personal, que hoy nos cobra factura, sin embargo, no había opción, requerimos que todos esos colaboradores vengan de regreso, porque también vinieron de regreso, compromisos y contratos que en su momento tuvieron que quedarse en stand by; tal vez dejamos de lado proyectos que tenían que hacerse en 2021, sin embargo hoy tienen que ajustarse por que la mayoría de las personas que se están incorporando en la organización son nuevas. La pregunta es si los colaboradores están listos para (después de una pandemia) hacerle frente a una endemia, ya que no solo se quedó el virus, si no también movimiento y los cambios prevalecen. Darnos oportunidad de visualizar los cambios nos permite replantearnos si vamos a donde queremos, si la gente que me rodea es con la que quiero estar o trabajar, si la empresa para la que laboro es la que requiero para mi crecimiento profesional, hoy los procesos deberán adecuarse ya que son más complejos cuando hay verdadera conciencia del impacto de las decisiones. Las exigencias han crecido y por ende no se tolerarán acciones o actitudes que pongan en riesgo factores psicosociales en los lugares de trabajo, ni malos tratos a ningún ser humano o ser vivo.
Ya nos dimos cuenta de que sí somos capaces de dar el ancho ante situaciones no visualizadas en cualquier plan de negocios o plan anual y hacer un alto o cambiar de rumbo. El dar el ancho ante la adversidad se le llama alta adaptabilidad que según Martha Alles precursora de las competencias profesionales, significa que tenemos la capacidad y somos versátiles a modificar nuestra conducta ante distintos contextos, situaciones, medios y personas en forma rápida y adecuada ante el cambio, se supondría que ésta fue la competencia profesional que más se desarrolló en ese tiempo, sin embargo, ¿Qué tanto como lideres o colaboradores estamos en esa balsa, adaptandonos a todo lo que trae el cambio?, Es momento que las certificaciones y auditorías a las que las organizaciones constantemente se someten ya estén a favor de los empleados y que estén cumpliendo su cometido que es remar hacia el mismo lado, al lado de la igualdad, no discriminación, buenas prácticas laborales o simplemente el desarrollo de la empatía y la aceptación a lo diferente. Por eso regreso a mi pregunta de un inició, ¿Después de la tempestad llegó la calma? o tal vez la tempestad ya no es tan amenazante por que todos ya estamos listos para lo que venga…
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